Ética

Según la Real Academia Española (RAE), Ética, deriva del latín ethĭcus, y del  latín  tardío  ethĭca y lo define como: Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva.

También la define como parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores. 

Desde la mirada psicológica, el término Ética tiene su origen en el  lenguaje filosófico con Aristóteles para indicar aquella parte de la filosofía que estudia la conducta del hombre, los criterios en base a los cuales se evalúan los comportamientos y las opciones.

La ética es, por tanto la ciencia que debe indicarnos el bien que hay que perseguir. Pero, ¿qué es el bien? Según la clásica definición de Aristóteles, «bien es todo lo que es objeto de deseo».

En el lenguaje cotidiano, es más, en la vida diaria se da la confusión entre ética y moral. ¿Qué diferencia hay entre la moral y la ética? En su libro Ética para un hijo (2007), Savater define la moral como el conjunto de comportamientos y normas que yo, tú y algunos de los que nos rodean consideramos válidos; la ética, en cambio, es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos, y la comparación con otras morales de diferentes personas.

Según Ever Arrieta, la diferencia entre ética y moral es que la moral se refiere al conjunto de normas y principios que se basan en la cultura y las costumbres de determinado grupo social. Por otro lado, la ética es el estudio y reflexión sobre la moral, lo que permite que un individuo pueda discernir entre lo que está bien y lo que está mal.

Una manera fácil de recordar la diferencia entre moral y ética es que la moral se aplica a un grupo, como aquellas costumbres que se deben obedecer para el buen actuar, mientras que la ética proviene de la reflexión del individuo sobre cuáles acciones son morales y cuáles no.

Desde el Coaching Ontológico, interpretamos que la razón de su existencia y los objetivos que persigue nos remiten a la Ética. Sin ella, difícilmente podríamos comprender el carácter de esta nueva práctica. (Rafael Echeverría, Ética y Coaching Ontológico).

El Coaching Ontológico se orienta al reconocimiento de que la crisis más profunda que hoy afronta la humanidad se halla en la base del actual proceso de globalización, es una crisis en el ámbito de la ética.

Esta interpretación ontológica de la crisis se sustenta en tres reflexiones:

  • Nuestra creciente dificultad para sostener el sentido de la vida. Nuestras crisis de sentido se han vuelto recurrentes, con mayor aceleración y profundidad.
  • Nuestra creciente dificultad para preservar y desarrollar relaciones personales relevantes.
  • Grandes dificultades para consolidar la convivencia dentro de nuestras comunidades. En una sociedad que presiona para lograr nieles crecientes de equidad, observamos como se reproduce la desigualdad y la exclusión.

El trabajo del Coaching Ontológico no sólo busca generar una nueva interpretación del fenómeno humano, sino también propone un conjunto de valoresen el capitulo correspondiente a Valor lo analizaremos con profundidad –  a partir de los cuales sustentar el sentido de nuestra existencia y enmarcar nuestra convivencia con los demás.

Pero, ¿Qué ocurre en las empresas familiares?

Toda empresa tiene necesidad de una ética explícita y práctica, pero la empresa familiar, tiene más necesidad de una ética empresarial, familiar y personal por su propia complejidad intrínseca. Es enormemente importante establecer un Código Interno de Conducta, debatido, trabajado y consensuado para su aplicación y su evaluación.

Pero, ¿Qué entendemos por ética empresarial? La ética empresarial comprende todos aquellos valores, normas y principios que se reflejan en la cultura de la empresa. Ese código de ética empresarial rige la práctica cotidiana influyendo tanto en sus bases productivas como en la relación que la empresa establece con sus clientes, proveedores y trabajadores, con el objetivo de ejercer un impacto positivo en la sociedad.

Los valores éticos son consideraciones ideales, funcionando como guías del comportamiento para así poder regular la conducta del ser humano. Lo valores éticos están dirigidos al «deber ser» es decir, a lo normalmente aceptado o lo socialmente correcto.

Un ejemplo de valores corporativos propuestos por Stanford Business, que comparto por generar comportamientos éticos en las organizaciones son:

  • Cuidar al prójimo y tratarle con comprensión y respeto
  • Ser transparente, auténtico y actuar con integridad
  • Claridad: Apostar por la franqueza
  • Confianza máxima
  • Gratitud
  • Crear valor: es el propósito de cualquier organización y eso debe contemplarse en los principios de una empresa.
  • Pasión: Entusiasmo y  compromiso.

A continuación os detallo una tabla con los resultados obtenidos en 45 cuestionarios realizados a equipos directivos y responsables de equipos de trabajo en proyectos realizados en empresas familiares:

El 47% de los encuestados manifiestan no tener valores en sus respectivas empresas. Muy preocupante, pero es que además, el 56% responden no tener ni misión ni visión declarados ni explicito, ni  implícito. Y, no digamos, que el 86% no se han detenido a reflexionar los recursos necesarios para poder desarrollar la misión, visión de la empresa, en definitiva, sus capacidades para poder realizar su Propósito Corporativo. Sin comentarios.

Experiencias Vividas:

Comparto una experiencia profesional en una empresa familiar valenciana. En uno de los grupos de trabajo donde estaba realizando un proyecto de coaching de equipos, se produjo inesperadamente un despido de uno de los miembros.

Era el responsable comercial del área Internacional de una de las Unidades de Negocio del grupo de Empresas del Cliente. Ante dicha situación, me ocupé de realizar las oportunas indagaciones para saber, y más importante, entender que había sucedido. El origen de la situación se sitúa en un conflicto con un importante cliente por un tema de exclusividad de producto.

En el conflicto participan tres personas, el mencionado comercial, el  director de la unidad de negocio, y el Director General. La decisión tomada la consideré injusta, por ser simplemente la persona con “menos poder” quien “pago el pato”, cuando realmente obedeció las órdenes dictadas desde arriba.

El director de la Unidad de Negocio, a “salvar el culo” y no defender a “su” colaborador, y encima abarató los costes de estructura; el Director General ante el cliente tan importante tenía que salvaguardar su imagen y la de la empresa, despidiendo al que “cometió el error”, y de esta forma recuperar la credibilidad ante el cliente.   

La situación me produjo un malestar enorme por dos razones: 1.- Porque uno de sus valores corporativos, trabajados, debatidos y consensuados por los diferentes grupos de trabajo y validados por la Dirección era: “Ser dignos de confianza por parte de clientes y colaboradores”; 2.- Porqueuno de mis 5 valores personales  es la Equidad/Justicia.

Todo lo acontecido, por mi propia forma de interpretar la situación, es de una clara ausencia de ética empresarial y personal. Es más, considero con todos mis respetos, y en base a otro de mis valores personales, libertad, que una persona, máximo responsable de una empresa no puede ser ni será líder mientras no sea ético. Todo un aprendizaje.

«La ética reside en tener valor para decidir» («La profesora de historia», película francesa). Esta frase me llamó la atención cuando vi la película, pues me recordó situaciones vividas en empresas familiares. Se da con bastante frecuencia este comportamiento en responsables y directores. Para evitar conflictos familiares, evaden cualquier decisión por miedo a rupturas, y claro, yo me pregunto: ¿Es responsable este tipo de comportamientos? ¿Es ético? ¿Es predicar con el ejemplo?

Conclusión:

En las empresas, y en las familiares en especial, hay mucho superviviente por mantener el puesto de poder en la jerarquía, todo el mundo en estas situaciones habla de gente “lista”, pero qué diferencia hay entre ser listo y ser inteligente, para mi mucha, la diferencia está en una sola palabra: Ética.

¿Cuál es el valor de una Persona?

Al – Juarismi, fue un matemático, astrónomo y geógrafo persa, musulmán. que vivió aproximadamente entre 780 y 850. Debemos a su nombre nuestras palabras álgebraguarismo y algoritmo. De hecho, es considerado como el padre del álgebra y como el introductor de nuestro sistema de numeración denominado arábigo.

Su respuesta fue la siguiente: Si tiene ética su valor es = 1. Si además es inteligente, le añadimos un 0, su valor sería = 10. Si encima es rico, le añadimos otro 0, entonces sería = 100. Si es una persona bella, le añadimos otro 0, sería = 1000. Pero ¡cuidado! Si pierde la ética. Su valor sería 0.

Me gustaría finalizar con unas reflexiones de Andrés Ortega:

“… Porque mientras la digitalización nos engulle, mientras aparecen las tendencias, mientras sepultamos las practicas asociadas a la economía industrial… no debemos ni podemos olvidarnos de la ética, de la necesidad de predicar con el ejemplo, de la imperiosa necesidad de trabajar con la verdad sin maquillar la realidad, de la virtud que supone la honestidad vivida en primera persona, de entender que conseguir el bien común está por encima de cualquier interés individual, de estar dispuesto a ofrecer antes que a pedir…

sino más bien por actuar con una ética inquebrantable y férrea, a prueba de tendencias y destierros.  Porque no lo olvidemos nunca… sin ética no hay compromiso”

Efectivamente, sin ética no hay compromiso, que gran verdad. Mientras no consideremos a las personas como referencia absoluta, estaremos instalados en la mediocridad de la vida empresarial,  siendo no auténticos, siendo unos verdaderos hipócritas, por lo tanto, no siendo éticos.

“La incoherencia que tenemos como individuos se muestra también en las empresas” (Marta Cuesta, coordinadora del máster oficial en Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad de UNED)

¡Preguntas para la conversación interna! ¡Comparte tus comentarios!

¿Entre productividad y positividad, que elegirías? ¿Cuánto tiempo le dedicas a conversar con tus colaboradores? ¿Has trabajado alguna vez con un Coach para cohesionar tu equipo de trabajo? ¿Has realizado un trabajo de verificar las diferencias entre los valores declarados y los valores percibidos en tu empresa? ¿Tienes definidos los valores familiares y empresariales? ¿En tu empresa familiar tenéis establecido un Código de Ética? En el caso afirmativo, ¿Realizáis una evaluación final del grado de cumplimiento? ¿Habéis medido el nivel de confianza de los colaboradores sobre el liderazgo? ¿Me puedes indicar tus 5 valores personales? Con honestidad y valor, mírate al espejo y evalúa de 1 (Nada satisfecho) a 5 (Muy satisfecho), el grado de cumplimiento en tu empresa de los valores corporativos  propuestos por Stanford Business.

¡Espero encantado vuestros comentarios! Tengamos buenas Conversaciones,   La Conversación es Aprendizaje. ¡Gracias!