Elefante

Según la Real Academia Española (RAE), Elefante, su origen etimológico deriva del latín “elephans – elephantis” que, a su vez, procede del griego “elefas”. Mamífero del orden de los proboscidios, el mayor de los animales terrestres, con cabeza y ojos pequeños, orejas grandes y colgantes, nariz y labio superior unidos y muy prolongados en forma de trompa prensil, y dos dientes incisivos, macizos y muy grandes, vulgarmente llamados colmillos, que viven en Asia y África.

El elefante es un animal que, en diferentes rincones del mundo, es visto como un símbolo de la buena suerte. En concreto, para los hindúes no solo atrae la prosperidad sino también una vida larga, ayuda a ser más paciente y aporta sabiduría. Se identifica con luchar frente a la adversidad, alejar envidias y  aprender a ser resistente.

La palabra elefante la empecé a utilizar en mi trabajo y formaciones cuando tuve una enriquecedora vivencia con  uno de mis clientes. Diez años de trabajo y una gran relación de amistad es el resultado de la experiencia. Vivencia que en el apartado de Experiencias vividas detallaré con profundidad para su comprensión.

El elefante representa, por una parte, la cruz, un problema importante, de “mucho peso” y por la parte contraria, la cara, es una gran oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Por ello me identifico con la creencia hindú, aporta sabiduría.

Esta diapositiva es la que presento en mis formaciones, donde realizo un ejercicio que denomino: El elefante en la sala”, en el cual les pido a los asistentes que indiquen los 5 factores fundamentales de la problemática actual de tu Organización, según tu opinión, por orden de preferencia.

Este ejercicio persigue dos objetivos, en primer lugar, generar un debate constructivo focalizado en las inquietudes reales de los asistentes, y por otra parte, obtener datos del estudio de investigación que estoy realizando sobre los problemas en las empresas en general, y familiar, específicamente. Fruto de este ejercicio, compartiré los resultados obtenidos hasta la fecha en el siguiente apartado: Pero, ¿Qué ocurre en las empresas familiares?

Mi aportación personal desde la mirada psicológica, el término Elefante lo asocio con el concepto psicológico de Conciencia Situacional. Cuando nos vemos obligados a lidiar con situaciones particularmente estresantes somos víctimas de un fenómeno muy llamativo: nuestra percepción se restringe y nos focalizamos en el peligro. Desarrollamos una visión en túnel en la que todo lo demás se difumina. Así terminamos centrando nuestros esfuerzos y energía en lo que nos preocupa o asusta.

Por eso, cuando atravesamos épocas complejas marcadas por los cambios y la incertidumbre, necesitamos una herramienta psicológica especial: la conciencia situacional. Es saber lo que sucede a nuestro alrededor. Implica trazar una especie de mapa mental que nos ayude a comprender dónde estamos, qué nos rodea y cuáles son los desafíos que nos acechan. Esta habilidad nos permite ver con claridad lo que está ocurriendo para elaborar un plan de afrontamiento eficaz.

Es como alzar la vista del suelo para percibir cada cosa que nos rodea. Es permitirnos tomar una distancia psicológica de la situación para verla con más perspectiva, una perspectiva que nos permita analizar nuestras oportunidades y decidir con conocimiento de causa.

Desde el Coaching Ontológico, el termino elefante lo identifico con el concepto de Quiebre. Rafael Echeverría lo define como “una interrupción en el fluir transparente de la vida” (Ontología del Lenguaje). Frases típicas como: “Esto no funciona” “Algo está fallando” “Un importante cliente canceló el contrato” “El ambiente del equipo de trabajo es nefasto”, “El estado anímico de la empresa es negativo”,  etc.…

Es muy importante distinguir Quiebre y Problema.

Un problema se centra en “la búsqueda de la solución” a la situación dificultosa que estamos atravesando. Juzgamos que lo que está ocurriendo, no “debería” suceder. Por tanto surgen emocionalidades de resistencia: enojo, queja, sufrimiento, resignación, resentimiento, querer tener razón. Como el problema ocurre fuera del observador (persona en el Coach Ontológico) buscamos quitarnos la responsabilidad y, por consecuencia, encontrar un “culpable”.

En el problema emitimos juicios de la situación pero “no tenemos capacidad para resolverlos”.Llamaremos Juicio de facticidad lo que no se puede cambiar. Si nos instalamos en dicho juicio generamos resignación, inhibiendo la posibilidad de aprender y mejorar constantemente. 

El quiebre reside en el observador y surge cuando éste lo declara y, por ende, orienta su accionar hacia el futuro deseado. La declaración de quiebre nos trae a la conciencia el Compromiso de hacer que las cosas pasen.

La acción surge de aceptar lo que está ocurriendo y, al mismo tiempo, decidir focalizarse en el compromiso de diseñar el futuro deseado y accionar, más allá de la búsqueda de soluciones posibles. Carl Jung decía: “Lo que se resiste, persiste, lo que se acepta, transforma”. En el quiebre, se sustenta el Juicio de Posibilidad, aquello que está abierto al cambio, surgiendo emociones de apertura de posibilidades: entusiasmo, serena ambición, curiosidad, creatividad, búsqueda de sentido.

Para llegar a ser competente en diseñar nuestro futuro, es necesario ser capaz de hacer juicios acerca de qué es lo que pertenece a la facticidad y qué pertenece a nuestro espacio de posibilidades.

Tener el coraje y la capacidad de declarar quiebres es una competencia fundamental de cualquier persona. Pero es especialmente relevante para un empresario y/o emprendedor, para abrirse a procesos más profundos de aprendizaje y transformación.

Pero, ¿Qué ocurre en las empresas familiares?

Tal como comentaba anteriormente, en la investigación realizada tanto en las actividades formativas, como en los trabajos realizados en empresas familiares del ejercicio “El elefante en la Sala”, los resultados obtenidos son los siguientes:

Elefante nº1: Confianza (27%)

Aquí trabajo con los 10 comportamientos observables para generar confianza y credibilidad que son: Competencia profesional, Claridad, Consistencia, Cumplimiento de la palabra dada, Compromiso, Coherencia, Confidencialidad, Complicidad, Conciencia y Correspondencia.

Este elefante es muy importante ya que la Confianza es el valor de los valores, y sin confianza no hay futuro.

Respuestas obtenidas:

Falta de compromiso, irresponsabilidad, objetivos poco claros y definidos, desconfianza, desconexión entre departamentos, falta de profesionalidad en la empresa, ser más responsable.

Destacar un gran número de respuestas que hacen referencia al comportamiento de Competencia Profesional, obteniendo un 68% de repercusión en el elefante Confianza:

Personal no cualificado, falta de formación por parte de las empresas, falta de formación por parte del personal, necesidad de formación en Nuevas Tecnologías, falta de Training y profesionalidad.

Elefante nº2: Motivación (23%)

La motivación la desgloso en dos tipologías, Motivación Extrínseca (71%), se puede infundir por factores externos, a través de herramientas como el reconocimiento, la recompensa y el incentivo.

Respuestas obtenidas:

Desmotivación general del personal, motivación de los socios, falta de reconocimiento, motivación del equipo, poco implicación del personal, sentirse valorada, motivación responsables de los Departamentos, carencia de voluntad, relaciones humanas toxicas.

La Motivación Intrínseca (29%)

Nace de forma innata en las personas obedeciendo a motivos internos, a deseos de aprender para saber, y a la necesidad de hacer bien las cosas por mera satisfacción propia.

Respuestas obtenidas:

Inestabilidad e integridad, falta de pasión, falta de actitud, no hay ilusión ni entusiasmo, falta de interés, desmotivación por el tipo de trabajo, ¿para qué trabajo?

Elefante nº3: Comunicación (21%)

Respuestas obtenidas:

 Falta de escucha ante discrepancias, falta de respeto, no hay tiempo, falta de empatía, no escuchar a los clientes para resolver quejas/problemas de forma correcta, errores por falta de comunicación y no consultar, miedo a comunicar, no existe la comunicación.

Elefante nº4: Procesos (16%)

Respuestas obtenidas: 

Falta de planificación y organización, no hay prioridad de trabajos, gestión del tiempo, no existen protocolos.

Elefante nº5: Cultura Empresarial (13%)

Respuestas obtenidas:

Sistema jerárquico, autoritarismo, digitalización, no saber el Propósito que nos mueve.

Destacar en este elefante que, el 56% manifestaron no tener misión, el 56% ignorar la visión, el 47% no tienen valores y el 84% no tienen establecidos los Factores Críticos de Éxito.

Experiencias Vividas

En el año 2015 trabajando con un cliente de Ibiza que ya llevaba 8 años con ellos, realizando un proceso de acompañamiento sucedió un hecho que me marcó como persona y como Coach Ontológico Empresarial.

En Ibiza hay un evento que marca el inicio de la campaña estival, la Fiesta de Primavera, evento que organiza la empresa familiar de mi cliente. Un evento que requiere de un gran esfuerzo,  tanto a nivel de trabajo, como económico, psicológico y emocional.  Supone el punto de encuentro de la sociedad ibicenca y turística de la isla, con un nivel de prestigio internacional.

 La fiesta fue todo un éxito, satisfacción general en la empresa, en la familia,  en el equipo humano y con una gran felicidad compartida. Al día siguiente sucedió lo más inesperado, un despertar amargo, había desaparecido toda la recaudación económica de la caja fuerte, días de investigación, días de tristeza, desánimo, impotencia, rabia, frustración, desconfianzas, etc.…

La sensación no sólo de pérdida económica, sino de un escalofriante vacio, reflejada en la cara de las personas de la organización, dolor es la palabra que sentía personalmente en esos días. Encima me tocaba sesión de trabajo con el equipo staff (responsables de departamentos y dirección) de la empresa. No sabía cómo crear el contexto adecuado para iniciar la sesión.

Fue entonces cuando mi hijo, coach ontológico y trabajador de la empresa, me sugirió la idea del Elefante. Me pareció brillante la propuesta y nos pusimos a diseñar la diapositiva que en el texto os he reflejado. Yo sentí una emoción de rabia positiva, un estado de ánimo y emocional adecuado para crear el contexto y elevar el estado anímico del equipo de trabajo.

Utilicé el árbol para explicar el fundamento del significado de problema, oportunidad y quiebre. La frase, “Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más profundas” caló en el alma del equipo. Les recordé una vez más el Propósito de la empresa, sus valores, indicándoles que los valores representan las raíces, unas raíces nutritivas llenas de afecto y que con ganas de crecer hacen que el árbol sea más fuerte, flexible, resiliente y por lo tanto, un árbol sabio.  Como el elefante, sí tenemos un grave problema, tenemos dos actitudes, persistir en el pasado, en el problema, o por el contrario, pensar en nuestro compromiso, en nuestras raíces, nuestros valores y como personas comprometidas y responsables que somos, hacer que las cosas ocurran, mirar hacia delante y superarnos. Somos nosotros los responsables de la situación, y por lo tanto somos nosotros los responsables de la solución.

El elefante, fue presentado en la sala, reconocido como Quiebre, por lo tanto una oportunidad que nos ha brindado la vida, para tener el valor y el coraje de tener el compromiso de crecer como personas y como profesionales competentes, y hacer que las cosas ocurran.

 Siguen creciendo como empresa, y superando quiebres y elefantes, como el llamado Covid – 19. Tengo el convencimiento que hará que las raíces sigan creciendo al ritmo del árbol, no me cabe la menor duda. 

Conclusión:

En nuestra profesión, transmitir la diferencia significativa que existe entre Problema y Quiebre es primordial. Es quedarnos en el pasado, anclados en el presente, buscar culpables y evadir nuestra propia responsabilidad. Es cerrarnos a un proceso de aprendizaje, o todo lo contrario, proyectarnos al futuro.

Un quiebre marca una interrupción en el flujo de nuestra vida, por alguna contingencia externa, tanto  en el ámbito personal, como laboral y  familiar. Se requiere de un juicio de insatisfacción con la nueva situación y la declaración de quiebre.

Declarar un quiebre y pedir ayuda es una competencia para el crecimiento y el aprendizaje y, es especialmente importante para una empresa que desee ser innovadora y de futuro.

No pedir ayuda es una de las incompetencias más graves del ser humano, es cerrarse a la posibilidad de aprender y mejorar constantemente, es uno de los principales condicionantes ontológicos para que las empresas en general y las familiares en especial, tengan éxito.

Principio Ontológico: “No solo actuamos de acuerdo a como somos, y lo hacemos, también somos de acuerdo a como actuamos. LA ACCION GENERA SER”

Ver y detectar un elefante, no es un problema, es toda una oportunidad, como afirma la cultura hindú: Ayuda a ser más paciente y aporta sabiduría. El elefante nos indica que el problema es una interpretación personal de una situación, por lo tanto, somos el problema y la solución, depende de nosotros mismos.

¡Preguntas para la conversación interna! ¡Comparte tus comentarios!

 ¿Qué 5 elefantes tienes en tu mochila personal? ¿Divisas elefantes en tu empresa? ¿De qué tamaño son? ¿Cómo puedo evitar o minimizar el peligro que diviso en el horizonte? ¿Te sientes bien pidiendo ayuda, aunque seas Directivo o Responsable? ¿Te declaras buscador de culpables o buscador de soluciones? ¿En tu empresa familiar reconoces alguno de los 5 elefantes descritos en el texto? Acción genera SER, ¿Te has puesto en marcha? ¿Has pedido ayuda?

¡Espero encantado vuestros comentarios! Tengamos buenas Conversaciones,   La Conversación es Aprendizaje. ¡Gracias!